¡ Y qué diré de prejuicios, sino que son de ignorantes!
Porque hay que conocer antes, para formarse un juicio.
He visto gente obstinada que ante los desconocidos, fomentan mal entendidos y se muestran desconfiadas.
Otra, por cuestión de raza, costumbre o religión, desatiende la razón, creyéndose "Divina Garza".
Prejuzgar es algo atroz indigno de los cristianos, pues todos somos hermanos ente los ojos de Dios.
Si a cualquier desconocido le regalas comprensión, abrirá su corazón y mañana será amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario