Si alguien sufre castigo, es un hombre tras las rejas donde se mueren las quejas y hace falta un amigo;
soportando humillaciones sin saber del ser querido, con el pecho oprimido y escuchando maldiciones.
Es algo insoportable que al más hombre estremece, es infierno que embrutece a inocente o culpable.
Y es que en esta vida perra, cualquiera sufre condena, nadie está libre de pena y en la cárcel se le encierra.
Por eso, querido amigo, es que tengo que decirte que para no arrepentirte no debes de dar motivo.
Obedece autoridades, las leyes que se han hecho y estarás en derecho, lejos de dificultades.
Respeta siempre lo ajeno, evita enemistades. No des paso a maldades y al instinto ponle freno.
Porque si por impaciencia tomas la ley en tu mano, no quedará hueso sano cuando te caiga sentencia.
Cumple los Diez Mandamientos para estar en paz con Dios, o tu vida será atroz al recibir escarmiento.
Quien se somete a las leyes no tiene por qué temer y hasta amigo puede ser de presidentes y reyes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario