martes, 12 de julio de 2011

EL CARACTER

Antes de mover la lengua piénsalo severamente porque si alguien se ofende es tu honra la que mengua.

Cuando hables, no digas cosas que después se contradigan, puede ser que otros digan que son palabras dudosas.

Si hay algo que aclarar debe decirse al momento, pues si hay mal entendimiento lo podrías lamentar.

No te dejes seducir por quien tenga mucha labia porque la palabra sabia no está en el mucho decir.

Si tú tienes la razón defiéndela con firmeza, y no cometas torpeza cambiando de opinión.

A la hora de un problema si te quieren humillar los pondrás en su lugar sin sentir ninguna pena.

Pues si tu carácter falla por no aclarar a su tiempo, estarás siempre sufriendo, porque el que otorga calla.

Debes mostrar tu firmeza tanto si afirmas o niegas pues si ambigüedades riegas, mostrarás tu ligereza.

Sé humilde y no rastrero, que es mucha la diferencia, pues la mucha reverencia puede mostrar el trasero.

Deberás ser responsable en cuantas cosas emprendas.  No es necesario que ofendas cuando puedes ser amable.

Y si alguien te desprecia, mantendrás tu dignidad, porque en la humildad es lo que más se parecía.

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