martes, 12 de julio de 2011

LA EXPERIENCIA

Ningún libro da lecciones que enseñen la experiencia y hay que tener paciencia sufriendo los tropezones.

No hay quien nazca sabiendo puesto que hasta Adán y Eva tuvieron amarga  prueba por un pecado tremendo.

Como mi madre decía cuando me queme en el fuego:  Una vez le pasa al ciego, en la otra no confía.

Así es como los instruidos que hoy obtienen honores, cometiendo mil errores llegaron a redimirlos.

Cuando llegue la ocasión no hay que desesperar porque a fuerza de errar se alcanza la perfección.

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