lunes, 27 de junio de 2011

EL TRABAJO

Cuando Dios le dijo a Adán, que trabajara arduamente con el sudor de su frente, para ganarse el pan, no fue aquello maldición como muchos pensarán, repudió verlo holgazán y le concedió un don.

En manos del hombre honrado, el trabajo es alegría y en hacerlo se extasía, por salir beneficiado.

Por eso con gran cariño debe apreciarse el trabajo, que seguridad le trajo al hombre, mujer y niño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario